El viernes 12 de junio por la tarde, el equipo de Crusoe Treasure tuvo el privilegio de avistar un banco de delfines junto a su arrecife submarino en Plentzia. Nos alegra pensar que, en gran medida, es la labor de protección y regeneración de vida la que atrae a estas especies a la bahía.
El arrecife artificial es una estructura de hormigón en tres dimensiones que simula el paisaje rocoso. Se utiliza este material porque es inocuo al mar, y al ser rugoso favorece la adhesión de vida marina. Los primeros módulos se sumergieron en 2010 y tras estos cinco años están totalmente naturalizados. Nos encontramos con un ecosistema estable cuyas comunidades, flora y fauna, son similares a las del entorno. “Instalamos el arrecife en una zona de fondo de arena, desprotegida y con grandes corrientes y mareas – detalla Anna – Para las especies es un lugar de refugio, alimentación y cría. Además tenemos una concesión marina de 500 metros cuadrados. No se puede pescar ni realizar ninguna actividad extractiva. Es una verdadera reserva marina”.
Una reserva donde podemos encontrar fanecas, pulpos, congrios, estrellas de mar, nécoras, quisquillas o mojarras. Lógico que nuestros amigos los delfines piensen en ella como el mejor restaurante. También nosotros. “La zona de la bahía ha sido una zona de mucha pesquería que se había resentido. Al principio los pescadores estaban en contra de crear el arrecife porque les está vedada la pesca, pero la regeneración de vida es tal, que se está expandiendo a otras zonas y ahora pueden apreciarla. Nos dicen que ahora hay más ejemplares por la zona”.
No solo encontramos especies habituales. En el arrecife también hemos visto huevos de pintarroja, un tipo de tiburón, y una especie de laminaria (Saccorhiza polyschides) más típica de las aguas frías de Galicia. Esta laminaria es raro encontrarla en el País Vasco, lo que nos permite incluso estudiar cambios en el agua marina como la temperatura. También hemos visto una especie de alga (Calliblepharis ciliata) que nos indica que la calidad medioambiental del agua es excelente ya que son muy sensibles a la contaminación. Y si encontramos especies que nos son propias del hábitat podemos prevenir al ecosistema de posibles amenazas.
“Hemos detectado la existencia de un tipo de alga exótica (Dictyota cyanoloma) que es propia de aguas más calientes – continúa Anna – y estamos investigando si puede tratarse de una especie invasora. Nos llena mucho aportar este cuidado al ecosistema marino porque normalmente una empresa privada no se dedica a hacer este tipo de estudios. En ocasiones lo hacemos en colaboración con centros de investigación o universidades, como es este caso. Hemos cedido muestras de este tipo de alga a la Universidad de Barcelona para que pueda analizar el caso”.
El cuidado del arrecife y su ecosistema de vida marina es, junto a la producción del vino submarino, una de las principales misiones del proyecto Crusoe Treasure. Y merece la pena. Solo hay que vivir la emoción de ver una docena de delfines mulares saltando y disfrutando en sus aguas. Si vosotros también queréis vivir este proyecto, recordad que podéis visitar la bahía y catar el vino o incluso concertar una actividad de buceo para conocer de cerca este apasionante ecosistema submarino.
Os esperamos.