Reconectamos.
No utilizamos en este caso el prefijo -re en su acepción de repetición, aunque podría ser porque asistimos a Innobi (Innova Bilbao) cada año, sino en su acepción de intensificación o enfásis.
En Init nos hemos sentido aún más identificados con esta 6ª edición de la cita con la innovación, por 3 puntos de contacto:
-La enriquecedora ponencia expresa sobre innovación a cargo de Juanjo Brizuela.
-La presentación del proyecto de Init Land “Yo Fui a EGB” como caso de éxito.
-La participación de Lorena Fernández para fomentar la presencia de mujeres en tecnología.
Cada uno de los temas y ponentes de Innobi 18 nos ha aportado, pero estos tres nos han tocado especialmente de cerca.
En el caso de Juanjo, por volver a dar sentido a la palabra innovación. Porque es verdad. La decimos tanto que se diluye, cuando sigue siendo imprescindible para crecer.
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas. Mario Benedetti.
Existen muchas definiciones de innovación. En cualquiera de ellas caben las propuestas que nos presentaba Juanjo: hacernos continuamente preguntas (¿tenemos miedo de conocer las respuestas?) y, con ellas, traspasar nuestras propias fronteras. La definición que él proponía: ideas + valor = resultados, porque la creatividad y la innovación en la empresa, por supuesto, están orientadas a objetivos.
También, la importancia de escuchar: “cuando preguntas a las personas, tienen la manía de contestar”. En las empresas, esto significa innovar escuchando hacia fuera, porque una marca no existe hasta que alguien la interpreta.
Y precisamente sobre las marcas, una idea fundamental en la que, quizá, no nos habíamos fijado: escoge tu momento. Porque lo demás es ruido. Y lo que buscamos no es “marcar”, sino “dejar marca”.
Esto es lo que han conseguido precisamente, Javier Ikaz y Jorge Díaz de “Yo Fui a EGB”. Porque solo con el nombre de marca, ya están conectando con una comunidad de millones de personas, como sus más de 1.300.000 seguidores en Facebook. De esa conexión se dieron cuenta la misma noche (11 de septiembre de 2010) que idearon el proyecto y abrieron la página: “compartir estas vivencias entre 4 amigos nos divertía. Pues imagínate compartirlas con 1 millón”. Esa noche no se imaginaban a lo que iban a llegar pero, “de repente, un día, cada vez que refrescábamos la página teníamos 50 seguidores más; cerca de 3.000 seguidores más a diario”.
Porque lo que muestran conecta y es viral. Efectiviwonder, alucinamos pepinillos con la diapositiva de trending topics de la época que, claro, dieron un buen voltio por las redes sociales.
Pero, ¿y el modelo de negocio? En el caso de “Yo Fui a EGB” monetizan con los productos (libro ya por su 23 edición, juegos, CD), la publicidad y los eventos (conferencias, fiestas…). Porque como sabemos, no solo de redes sociales vive el hombre.
¿Y la mujer…?
Ay, los sesgos machistas. Que en pleno 2018, nos siguen acompañando a diario. Con este contexto, ¿cómo estamos alimentando las inteligencias artificiales que marcarán el futuro? Pues con sesgos machistas.
Varios ejemplos de Lorena Fernández, con su ponencia “¿Sueñan los androides con ovejas machistas? Por ejemplo, probad en el buscador de Google “una mujer debe estar…” a ver qué os sugiere:
Si preguntas al mismo navegador por “divulgadoras”, te preguntará si no estás queriendo buscar “divulgadores”. Y en relación a vectores que están alimentando la inteligencia artificial del futuro, mirad este que indica que si a rey – reina, a programador – ama de casa.
¿Cuál es la solución?
Ante todo, ser conscientes de ello. Porque es un círculo vicioso. El sistema hace que, desde los 6 años, las niñas se consideren menos brillantes que los niños. Uno de los muchos motivos por los que no se acercan a la tecnología. Aspecto que sería parte de la solución, ya que precisamente algunos equipos tecnólogos que cuentan con la presencia de mujeres, son los que están levantando la bandera ante algoritmos machistas como los que hemos mencionado.
Por eso Lorena Fernández, además de ingeniera informática y Directora de identidad digital de la Universidad de Deusto, es mentora en InspiraSTEAM, un proyecto que busca el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. Con el mismo propósito, es colaboradora habitual en la iniciativa de Init Land, Coordinadas, que busca impulsar el empoderamiento de las mujeres en el entorno del emprendimiento.
Gracias Lorena, porque hace mucha falta. Uno de los vídeos futuristas que pudimos ver en Innova Bilbao predecía un hogar en el que el frigorífico avisa de los productos faltantes, pero la que sigue haciendo la lista de la compra y poniendo el desayuno es la mujer. Si esto es así, hace falta mucho más que tecnología para avanzar.
Hace falta tecnología embebida en valores que nos hacen crecer como humanidad: respeto, igualdad y diversidad.
Esperemos que a cada edición de Innobi, como ya está pasando, estemos cada vez más cerca.
Hasta Innobi 19.