Lo sumergimos bajo el mar durante un año y obtuvimos un producto único, así que repetimos. Nuestro proyecto Crusoe Treasure, primera bodega submarina-arrecife artificial del mundo, acaba de sumergir bajo el mar la segunda añada de uno de sus dos vinos tintos submarinos en el mercado: Crusoe Treasure Passion.
Un vino para paladares curiosos que se sorprenden ante un caldo fresco, afrutado y aromático, muy atrevido y juvenil, muy mineral, y tras el que se esconde una poderosa estructura en boca. Y, sobre todo, para paladares que valoran lo exclusivo de nuestros vinos atesorados bajo el mar. Como explica el enólogo de Crusoe Treasure Antonio Palacios, la crianza marina ofrece al producto final una redondez única que solo la magia del mar puede otorgar.
Unas características exclusivas que también podemos disfrutar en Crusoe Treasure Classic, para amantes del vino más clásicos que disfrutan descubriendo caldos complejos, elegantes y maduros, a la vez que muy suaves y amables en boca.
Dos grandes opciones para disfrutar de este lujo enológico mientras esperamos a que un año de atesoramiento bajo el mar, nos permita catar una segunda añada de Crusoe Treasure Passion tan gratificante o más que la anterior.
Brindemos por ello.